Para qué sirve un dosificador de pólvora y cómo mantenerlo correctamente

La recarga de munición para la que es necesaria el dosificador de pólvora está regulada por la normativa y se necesita una autorización para poder realizarla. Para poder obtener ese permiso es imprescindible participar en un curso de formación en alguna de las entidades autorizadas en España por la Dirección General de la Guardia Civil.

Este aspecto es muy importante, ya que el empleo de un dosificador de pólvora y la recarga por cualquier medio no están exentos de riesgos si se cometen errores en la manipulación o en las medidas. Además, de no contar con la preceptiva autorización, se corre el riesgo de ser sancionado. Por supuesto, se debe estar en posesión de la licencia de armas correspondiente para aquellas que se desea recargar.

Hay una última cuestión esencial: para obtener la autorización también se exige maquinaria homologada y respetar la normativa en lo que a depósito y almacenamiento de componentes y cartuchería se refiere. Y conviene tener en cuenta que, si se tienen varias armas, aunque se emplee un mismo dosificador de pólvora y prensa, hay que solicitar autorización de recarga para cada uno de los calibres.

Qué aspectos son importantes en un dosificador de pólvora

Con los aspectos legales básicos claros, habrá que valorar qué dosificador de pólvora es el que conviene en cada caso. Realmente no es imprescindible, pero su utilidad no se puede discutir. Un dosificador agiliza la recarga con la cantidad de pólvora adecuada a cada munición.

Sí es cierto, por otra parte, que esta será más precisa cuanta mayor sea la granulometría. Sin embargo, cualquier dosificador de pólvora actual tiene un diseño que permite una gran precisión en las cargas, adaptándose sin mayores problemas a diferentes medidas y grains y con accesorios como tubos para vainas de distinto tamaño. Además, en sus manuales especifica claramente qué tipo de polvo se puede usar o no.

Una cuestión más es que hay muchos modelos diferentes. Así, se puede elegir entre un dosificador de pólvora manual o modelos automáticos o electrónicos. Estos últimos son rápidos, precisos en extremo y ofrecen funciones avanzadas como repetición automática o aplicaciones para guardar información básica y necesaria para la recarga.

El último aspecto que siempre hay que tener presente es que incluso un dosificador de pólvora sencillo necesita un buen mantenimiento. Almacenaje en un sitio seguro, equilibrado y limpieza son esenciales.

Realmente, cualquier elemento que se emplee en la recarga de munición debe mantenerse en perfectas condiciones, no solo el dosificador de pólvora. Básculas, prensas, embudos, limpiadores de vainas etc deben estar siempre en perfectas condiciones. No hay que olvidar que lo que está en juego no es solo un buen disparo, sino la seguridad de quien emplea el arma y, en muchas ocasiones, también de los demás.

Y una última cuestión: aunque la recarga de munición con dosificador de pólvora y prensa tradicionalmente se ha limitado a personas que poseen armas históricas o de las que ya no se fabrica cartuchería, lo cierto es que para lo grandes aficionados a las armas es un proceso realmente apasionante que permite sumergirse de lleno no solo en el uso, también en el mantenimiento y cuidado de las armas. Además, se ahorra dinero, por lo que siempre hay que tenerlo en cuenta.